Defensoría del Pueblo de la Nación

Día Mundial del Hábitat

Celebramos, en esta fecha, el Día Mundial del Hábitat en virtud de la Resolución 40/402, adoptada por la Asamblea General de Naciones Unidas en 1985, con el propósito de concientizar a los Estados y la población en general a reflexionar sobre el estado actual de las ciudades y la vivienda en general y tomar acciones para hacer de las ciudades, comunidades más seguras y más habitables para todos.

Urbanismo y vivienda, ordenamiento ambiental del territorio y asentamientos

Cuando hablamos de hábitat debemos pensar en ciudades y asentamientos humanos bien planificados, bien gobernados y eficientes, con viviendas, infraestructura  y acceso universal a empleo y servicios básicos como agua, energía y saneamiento.

El tema propuesto, para celebrar este año, es “La vivienda es lo primero”, por ello, hoy más que nunca, teniendo en cuenta que una cuarta parte de la población urbana del mundo sigue viviendo en asentamientos precarios e informales, sin posibilidad de acceso a un vivienda adecuada ni a servicios básicos, debemos reflexionar entre todos qué tipo de ciudades queremos? Cómo planificarlas de modo tal que sean inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles, sin dejar a nadie atrás?, y en este desafío todos los actores debemos ser parte en la construcción de estas respuestas.

El derecho a la vivienda adecuada es un derecho fundamental, y para el goce pleno del mismo, no basta sólo con cuatro paredes y un techo que nos brinde refugio, sino que además deberá poseer otros aspectos tales como  seguridad de la tenencia, disponibilidad de servicios, materiales, facilidades e infraestructura, asequibilidad. habitabilidad, accesibilidad, ubicación y adecuación cultural.

Este año, el Día se celebra después de la aprobación de la Agenda 2030 ODS, cuyo objetivo 11 propicia ciudades y comunidades sostenibles, y a días de celebrarse la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Vivienda y el Desarrollo Urbano Sostenible (Hábitat III) que sentará las directrices para promover políticas de desarrollo sostenible para los próximos 20 años, siendo ambas agendas, un nuevo marco inspirador que guiará a los Estados en la implementación de políticas públicas que permitan el desarrollo de ciudades y asentamientos humanos conforme las nuevas agendas y los estándares internacionales en la materia, para lograr en definitiva,  poner fin a la pobreza y asegurar la prosperidad para toda la humanidad.


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